Conoce la ruta del plástico que usamos a diario y que termina contaminando los océanos y a toda la fauna que habita en ellos.
40 kilos de plástico tenía en su estómago un delfín que fue hallado muerto en Filipinas, hace unos años, según informó National Geographic.
Lo peor es que noticias como esta se repiten con demasiada frecuencia, y se debe principalmente a que seguimos enviando a los océanos toneladas y toneladas de plástico que proviene principalmente de nuestras cocinas.
Imagínate. Cada año llegan cerca de 8 millones de toneladas de plásticos a los océanos. Si bien la mayoría de estos son biodegradables, pueden demorar hasta 500 años en disolverse.
De acuerdo con el Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de Providencia, en Chile se utiliza un total de 990.000 toneladas de resina plástica al año, del cual solo un 8,5% (83.679 toneladas) es reciclado. Mientras que cerca del 80% de los plásticos termina en rellenos sanitarios, vertederos y, lo que es peor, en el ecosistema.
Además, mas del 40% del plástico del mundo se utiliza solo una vez antes de ser desechados. Entre los productos de vida más cortos están las bolsas, de los que cada chileno consume cerca de 200 al año.
Cuando nos deshacemos, por ejemplo, de una bolsa plástica pueden acabar en un vertedero (79% a nivel mundial), ser incinerada (12% a nivel mundial) o reciclada (9% a nivel mundial), proceso que se puede hacer como máximo tres veces.
La biodegradación de los plásticos no es total, porque se separa en muchos filamentos (microplásticos) que, la mayoría de ellos, acaban en los mares como alimento de la vida marina. La misma vida marina que nosotros consumimos.
Debido a la acción del viento y la lluvia, estos residuos también pueden llegar al mar incluso cuando los tiramos a la basura, o simplemente porque no se han desechado correctamente. De esta forma llegan a ríos u otras vías fluviales y hasta en el sistema de alcantarillado de zonas urbanas. Una vez ahí, a no ser que se extraigan, su destino final será el mar por muy lejos que nos encontremos de la costa.
Además, debido al descuido de los humanos, que vierten deliberadamente plásticos en el océano o abandonan el material en playas, junto a los deshechos accidentales, como redes de pesca rotas, de barcos, o de las estaciones depuradoras y plantas de tratamiento de aguas residuales, el plástico puede llegar a los océanos.
El 80% de los residuos que encontramos en el mar proviene de la tierra, mientras que el 20% restante de la actividad marítima.
Actualmente se han identificado cinco zonas de concentración conocidas como “sopas” o islas de plásticos: una en el océano Índico, dos en el Atlántico y dos en el Pacífico. Estas zonas superficiales tienen una elevada concentración de microplásticos. Este plástico contribuye al calentamiento global, aumentando la temperatura de la superficie oceánica.
En el océano, el plástico es separado en pequeños pedazos llamados microplásticos, que son consumidos por pequeños peces que los confunden con alimentos, causando que se produzca una falsa saciedad a los peces, que es que terminen comiendo y respirando menos debido a que el plástico consumido disminuye el espacio disponible para alimentarse y respirar.
Por otra parte, los peces, que forman parte de la cadena alimenticia, son consumidos por depredadores más grandes, como tiburones, ballenas y humanos, que se ubican en la parte más alta de la cadena, que terminan por consumir el plástico ingerido.
Además, los plásticos pueden causar daños físicos, por ejemplo, las redes de pesca pueden atrapar, raspar, ahorcar e incluso matar a la vida marina. Así, muchos deshechos plásticos pueden causar distintos tipos de daños.
Actualmente, unas 700 especies de organismos marinos se ven afectados por este tipo de contaminación. Cada año, más de un millón de aves y más de 100.000 mamíferos marinos mueren como consecuencia de todos los plásticos que llegan al mar.
Para eliminar el plástico de un solo uso de nuestras cocinas ( y de nuestras vidas) podemos seguir los consejos que nos da Paloma Valenzuela, nuestra jefa del Departamento de Medio Ambiente.
Una vida sin plástico de un solo uso
Además, en Providencia ya tenemos una Ordenanza Municipal que restringe significativamente el uso del plástico de un solo uso en nuestra comuna, la que puedes conocer aquí: