Aparentemente los personajes de estos relatos gozan de una cotidianeidad estable y llena de privilegios. Sin embargo, sus vidas se fisuran y chocan con las convenciones sociales: la familia «bien constituida», la culpa, los ritos y la pertenencia a un círculo endogámico y claustrofóbico.
Dos primas y convivientes que lidian con un delicado imprevisto, un novio obligado a enfrentar una súbita encrucijada, un viejo que destapa la memoria y procesa sus fantasmas de juventud, una adolescente agobiada ante las expectativas del entorno, un carismático tapicero que altera la realidad de un niño de ocho años; son algunos de los protagonistas de este libro lleno de frescura y humor negro.